miércoles, 22 de junio de 2011

Artur Balder: de Morvedre a los territorios de Tolkien / EL PAÍS / Reportaje / Por Francesc Viadell

¨Con treinta y muy pocos años este alicantino tiene un largo trecho recorrido en la dura carrera profesional de la creación. Balder es puro entusiasmo, pero también un duro trabajador, constante, interdisciplinar, amante del método y con una formación sólida.

Su campo inicial fue el de la música. Disciplina que le llevó, tras su paso por la redacción de un importante periódico de la ciudad como crítico, hasta Múnich donde puso sus conocimientos sobre ópera al servicio ocasional de la prestigiosa revista Scherzo. Y fue precisamente Richard Wagner y su concepción de arte total los que impregnaron de magnificiencia y fuerza arrolladora su pintura, dedicación muy temprana que le llevaría en 1997 a hacer sus primeras exposiciones.

El saldo de tantos años de trabajo es el de una buena cantidad de exposiciones en varias ciudades de España y Europa y un cierto prestigio entre algunos destacados coleccionistas privados que no han tenido reparo en obtener algunos de sus lienzos.¨

Francesc Viadel, EL PAÍS 


viernes, 17 de junio de 2011

Artur Balder: de Morvedre a los territorios de Tolkien / EL PAÍS / Reportaje / Por Francesc Viadell

¨Con treinta y muy pocos años este alicantino tiene un largo trecho recorrido en la dura carrera profesional de la creación. Balder es puro entusiasmo, pero también un duro trabajador, constante, interdisciplinar, amante del método y con una formación sólida.

Su campo inicial fue el de la música. Disciplina que le llevó, tras su paso por la redacción de un importante periódico de la ciudad como crítico, hasta Múnich donde puso sus conocimientos sobre ópera al servicio ocasional de la prestigiosa revista Scherzo. Y fue precisamente Richard Wagner y su concepción de arte total los que impregnaron de magnificiencia y fuerza arrolladora su pintura, dedicación muy temprana que le llevaría en 1997 a hacer sus primeras exposiciones.

El saldo de tantos años de trabajo es el de una buena cantidad de exposiciones en varias ciudades de España y Europa y un cierto prestigio entre algunos destacados coleccionistas privados que no han tenido reparo en obtener algunos de sus lienzos.¨

Francesc Viadel, EL PAÍS